La presión de los concursos

¡Hola a todos! He decidido variar un poco la temática del blog, no estancarme en textos y reseñas para darle más variedad. Así que, como estoy preparando contrarreloj el final de mi novela, se me ocurrió compartir un poco de mi rutina de escritura. He de decir que antes era mucho más constante y tenía un mínimo de páginas por día (5) pero cuando llegué a la parte final, me quedé totalmente estancada. El argumento está redactado, todo está listo para escribir y terminar, quizá podría hacerlo en una semana o dos, pero por algún motivo no me siento capaz. Sé que no se trata de bloqueo de escritor, más bien creo que me da miedo terminar la novela. ¿Y si no es el final correcto? ¿Y si por las prisas no sale como debería? Encima está la presión del panorama de los concursos literarios. Busques donde busques, todo el mundo asegura que están amañados. Toma, más presión, otra losa que cargar. La cuestión es que el 14 de enero tengo que tener la obra terminada y enviada, es decir, algo más de cien páginas en mes y medio. Apocalíptico. ¿Seré capaz? No tengo ni la más remota idea. Hoy releeré todo lo que tengo escrito y corregiré, aumentaré/reduciré y daré los toques finales a las 300 y poco páginas que ya están listas. Después comenzará la verdadera odisea. Ya no se trata de ganar o perder, simplemente de terminar a tiempo.