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Reseña: El cielo en ruinas

Dentro del prólogo el autor nos introduce brevemente al concepto de “microrrelato” que tan de moda está actualmente, concebido en su gran parte como “prosa poética” En este caso no nos encontramos frente a doscientas o trescientas páginas repletas de microrrelatos de amor, desamor y la desazón del abandono. Esta obra es una crítica social por excelencia, gritando directamente a todo aquel dispuesto a leer tanto entre líneas como fuera de ellas.

Para no destripar el contenido, he decidido, a medida que leía los relatos, ir escribiendo mi propia interpretación sin vincularlo directamente a cada texto. Así, espero que disfrutéis de la reseña tanto como yo del libro. Comenzamos con el uso de una inteligente metáfora sobre la vida y el concepto social de “normalidad” (Estudios, trabajo, casa, familia, muerte) donde en el punto en el que un alma libre simbolizada como mariposa se cansa de vivir “la vida” llega a la conclusión de que la solución a su desazón emocional es sentar la cabeza hasta, finalmente, encontrarse con que lo único que ha logrado es, no solo la perdida de libertad y capacidad de volar, si no la completa muerte emocional hasta desaparecer. Esta crítica a los principios y concepciones sociales se pueden encontrar a lo largo de todos los textos que el autor nos expone en la obra. Crítica a los dogmas religiosos y a aquellos que los imparten con la palabra, jamás con el ejemplo, llevando siglos instando a los ciudadanos de a pie a llevar a cabo acciones de todo tipo, excusados en la ira de un dios que caerá sobre ellos de no obedecer. En otro de los textos nos encontramos con dos seres completamente distintos, que, por lógica y desarrollo de gustos y costumbres propias, tienen una forma totalmente opuesta de apreciar el arte. Analizando los puntos de vista tan múltiples que se pueden encontrar en nuestra sociedad. La avaricia, que desde pequeños se nos muestra a través de todo medio posible, incluso cuentos infantiles (Donde se suele ignorar la moraleja) Así como el apego a los bienes materiales por encima del amor paterno e incluso fraterno. Es impactante otro de los textos que representa algo a lo que personalmente estoy acostumbrada y es, sin lugar a dudas, el choque que producen dos vidas opuestas, alguien que ha llevado una vida compleja y llena de penurias frente a alguien que desde pequeño ha tenido el mundo en sus manos. Jamás podrán llegar a comprender, desde mi punto de vista, la vida desde los ojos del otro. Otro elemento que se toca en la obra es la verdadera naturaleza, el vínculo entre los sentimientos y la madre naturaleza comparada con el concepto social de sabiduría (Relacionado directamente con los estudios) ¿Está el destino escrito? ¿Usa el autor el concepto de “realidad” como sinónimo de “Destino”? Dos grandes preguntas que surgen a partir de la lectura del octavo microrrelato. El desconcierto de la naturaleza humana, que, a pesar de ser seres “evolucionados” transformamos el instinto de caza en algo terrorífico como el asesinato. Se tratan también constantemente los estereotipos sociales, la belleza, el abandono de seres queridos, la muerte en soledad y la avaricia. La inocencia de los niños. ¿Nacemos ingenuos o llenos de bondad? ¿Es posible que las personas “malvadas” nazcan de esta manera o es un comportamiento adquirido? (Independientemente del estado mental) Esconde entre sus líneas el autor también, a modo de ironía, las mentiras gubernamentales, los secretos, la ignorancia del ciudadano y las cortinas de humo para lograr diversos objetivos. Por supuesto, casi siempre cumpliendo su función. La sociedad y el egoísmo, la avaricia nos lleva no solo a olvidar la sencillez y hermosura de la naturaleza. Como, al final, nuestra tendencia, de alguna manera, nos inclina a seguir al rebaño hasta formar parte de él. Críticas constantes a los banqueros y el poder que el dinero y su posición de abuso les otorga. Necesidad de llamar la atención, lo que en este caso conlleva, aun así, a la especulación de una traición que puede llegar a romper un matrimonio. A ojos humanos, un precio válido por destacar con el irrisorio concepto de que, más sexo y mujeres en una sociedad machista es sinónimo de triunfo. Se habla también del extremismo al que se puede llegar en el amor y, a su vez, contrapone el deseo y la fe en que el verdadero amor todavía exista dentro del corazón humano. El olvido de los trabajadores precarios y el extremo al que llega el ser humano (Como he citado anteriormente) para hacerse notar entre la multitud. La falta de valor para plantarse frente a las injusticias, lo que lleva a cientos de países a verse sumidos en profundas y graves dictaduras a las que no se planta cara. La belleza es efímera más, como el ser humano necesita vivir en sociedad, recae en los valores de la misma o, de no hacerlo y mantenerse al margen, en la locura. Maltrato animal, instinto de todo depredaros contrapuesto con el constante intento de domesticación. Entre líneas, el uso de muchos altos cargos de máscaras que ocultan quienes son realmente hasta que son “Cazados” en pleno acto. Critica a la burbuja inmobiliaria, tramas bancarias, desahucio y abandono de mayores de forma constante e insistente. Tema interesante, el uso del fútbol por parte de muchos países como cortina de humo para mantener al margen a la sociedad de la triste realidad. Se relacionan de nuevo el desahucio con una mala justicia, puesto que por muchos estudios y doctos que puedan ser tanto letrados como jueces, la verdad a veces puede ser inverosímil por sí misma, acabando mucha gente inocente cargando con culpas que no son suyas mientras son víctimas de la opresión y el poder de los de arriba. También critica el amor y su paupérrimo papel en este siglo. Puesto que se reitera el abandono de personas mayores en residencias, me lleva a analizar un poco más en profundidad este tema. El autor saca a relucir como los hijos, a pesar de haber sido criados y sacados adelante por sus padres, son vistos finalmente como objetos que entorpecen y complican las cosas, siendo abandonados en residencias, apenas visitados, muriendo solos y, en efecto, llegando a desear esta muerte. Como apunta el autor vivimos en una sociedad en la que nunca se culpa a dios de lo malo si no a los “pecados” de los feligreses o de los paganos, siendo aun así venerado por todo aquello logrado por la ciencia y el ser humano. El maltrato que resulta impune si se tiene el poder suficiente. Crítica monárquica entre líneas, no tan oculta. ¿Es legítimo encerrar contra la voluntad de uno mismo? ¿No se supone que nuestra capacidad de raciocinio debería hacernos mejores personas y menos presas de obras nuestras, como el caso de las leyes? ¿No deberíamos poder vivir en sociedad sin necesidad de ataduras? No hablo de anarquía ni tampoco el autor, tan solo hincapié en que, a pesar de seres los seres evolucionados de la naturaleza, parece que poco a poco infra evolucionamos en seres venidos del averno. La crudeza de la realidad, el poder de la belleza sobre verdaderas cualidades como la bondad, el carisma o la inteligencia. Como influye la sociedad en nuestra mente y nos lleva a creer que la belleza o la falta de ella es motivo de exclusión o beneficios, a pesar de que no deja de ser un elemento puramente subjetivo. Ahora, analizados todos los puntos que he considerado importantes, hay una serie de textos que me gustaría destacar por lo excelentes que resultan para mí, un lector más como vosotros. “La primera vez” “El sueño” “La estatua” “El francotirador” “La ley de la naturaleza” “El efecto mariposa” “Sin título” y “Luces y sombras”


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