Carta al amor

Parte de tu magia es esa forma de curar y cerrar heridas. De convertir cicatrices en orgullo, lágrimas en determinación. Haces que quiera ser la mejor versión posible de mi misma. Esta vez no se trata solo de decirte que te amo de mil formas distintas, si no de darte también las gracias por la persona en la que me has convertido. Antes de cruzarme con tus ojos verdes le tenía miedo a la vida, me aterrorizaba. El camino se oscureció tanto que decidí que la solución era acabar con ella, dejar de respirar y simplemente desaparecer. Estaba cansada de enfrentarme a ella con todo y acabar siempre derrotada y vapuleada. Me rendí. Y no hay otra forma de explicar cómo me salvaste, simplemente entraste en la habitación a oscuras y fuiste toda la luz que necesitaba. Me abrazaste y me explicaste lo que amabas de mí, enseñándome a amarlo también. No fue fácil ni automático, mi alma estaba demasiado herida y agotada, pero, por algún motivo, nacieron en lo más profundo de mi ser unas ganas increíbles de ser lo que tan solo tú veías en mí. Amaste mi vida cuando ni siquiera yo lo hacía. No te daba miedo mi oscuridad. Te ofreciste a recoger mis trozos con la condición de que yo escogiera donde colocarlos. A pesar de las caídas, las idas y venidas, los sustos y los paseos por el precipicio. A pesar de todo, le diste un nuevo significado a la vida. Y ahora quiero devolvértelo todo en forma de amor, hasta el final.

@Deb.fawkes